Más
de un millón de ascensores suben y bajan cada día en España. De
hecho, según la revista de negocios Quartz, tocamos a casi 20
ascensores por cada mil habitantes. Lo que significa que estamos a la
cabeza del ranking mundial. Tiene su lógica. Sobre todo si
observamos que la altura de nuestros edificios oscila, por lo
general, entre las cinco y las nueve plantas. ¿Por qué tan altos?
Tiene mucho que ver con la migración de nuestra población a las
ciudades, y los planes urbanísticos aplicados en la historia más
reciente de nuestro país para satisfacer tanta demanda. Hoy somos
muchos, un 65% de la población total, los urbanitas que vivimos en
pisos y apartamentos…con ascensor comunitario. Podríamos decir que
forman parte inherente de nuestra idiosincrasia.
Tener
tantos elevadores en permanente funcionamiento supone un importante
esfuerzo para cualquier empresa
de instalación de ascensores en Sevilla,
entre cuyas funciones y obligaciones se encuentran: mantener y
reparar sus aparatos, solucionar incidencias, velar por su seguridad,
realizar labores de conservación y hacer revisiones o inspecciones
periódicas ajustadas a normativas de la Administración Pública.
¿Qué hacer en caso de que nuestro ascensor deja de funcionar?
Puertas
atascadas, detención de la cabina entre plantas, cortocircuitos,
cables polea, desgaste de rodamientos o luces fundidas, son algunas
las averías más frecuentes que nos podemos encontrar en un
ascensor eléctrico. Los hidráulicos tienen también las suyas
propias. Cualquier empresa de reparación
de ascensores en Sevilla,
nos ofrecerá las mismas recomendaciones. Si la avería se produce
con nosotros dentro de la cabina, lo primero que debemos hacer es
mantener la calma y accionar el botón de emergencia. Los modelos
actuales conectan directamente, a través de interfono, con la
empresa encargada de su mantenimiento. Ellos enviarán de inmediato
un técnico que resolverá la incidencia.
Desde
el cuarto de máquinas, después de desconectar el interruptor
general del ascensor y desbloquear la protección del volante motor,
éste se podrá girar lentamente hasta llevar la cabina al nivel del
piso y facilitar la salida de las personas atrapadas.
En
caso de urgencia extrema, los ascensores suelen contar con una llave
de rescate (normalmente la tiene el Presidente de la Comunidad), que
permitirá abrir las puertas y sacar a las personas, por el hueco
superior o inferior dejado entre plantas. Una maniobra que deberá
hacerse siempre en última instancia y con cuidado extremo.